Hay que caminar hacia la hora perfecta con la cabeza erguida y el ritmo justo que da el compás de los sueños.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Brevet 400 kms CC Planenc

Para saber que es una Brevet pinchar aquí.



Las líneas que vienen a continuación son algo que recordaré durante mucho tiempo.

La noche del viernes 24/05/2013 antes de acostarme puse el despertador para que me despertara a las 4. No sé para qué hice esto, al final me dormí y si no llega a ser por mi mujer todavía estaría sobando. Total que me levanté 25 minutos más tarde y por mucha prisa que intenté darme...
Llegaba al Pla de Sta. Maria a las 5:50, y tenía que montar la bici, poner los asientos traseros del coche en posición normal, preparar la camelbak con las barritas los geles y bártulos de la ruta en general, vestirme con la ropa de romano y finalmente pasar a recoger el carnet de ruta. En todo esto empleé unos 15 minutos (ni los mecánicos de la fórmula 1 oiga!).

Empecé a rodar a las 6:05am y evidentemente el grupo ya había salido, así que me hice los primeros 15mins. de calentamiento a fuego para coger al grupo. Llegué relativamente fácil porque llevaban un ritmo bastante tranquilo. Recuperé un poco de aire y como vi que aquello iba muy lento para mis planes pasé delante a mi ritmo. Pues bien, ni un sólo relevo hasta llegar al primer control (no me sabe mal no haber recibido relevos, yo iba a mi ritmo así que bien, me supo mal lo que pasó tras sellar) donde llego tirando de un grupo de 6 más. St. Martí de Maldá, sellamos en el bar donde hay bastante gente para lo temprano que es todavía. Y ahí empieza la desbandada. Unos salen pitando y dicen que pararan a hacer pipi, otros ven que algunos se van y salen esprintando creyendo que se les escapa el grupo... Y yo flipo porque tras 30kms tragando aire, nadie me dice nada. No esperaba una felicitación, evidentemente, pero al menos un "vente con nosotros" o "te quedas?" Total que me monto en la bici y a partir de aquí confirmo lo que tenía decidido. Lo mejor será ir a mi puta bola y ya llegaré que es lo que me interesa.

Al poco de salir, me voy encontrando a gente y poco a poco los voy pasando, algunos están un rato a rueda y otros continúan a su ritmo. En la rotonda donde comienza la subida a Sta. Coloma de Queralt creo que voy primero porque he pasado a todos los que llegaron conmigo al primer control y así continué hasta el km 225 en el 4º control, el de la Secuita donde paré a comerme un bocata.
En este tramo, después del primer control, todo fue bastante fácil porque el viento era favorable la mayoría del tiempo y desde Sta. Coloma casi todo fue bajada hasta Sant Sadurní. Lo único malo durante este trozo de la ruta fue que se me paró el GPS (a veces flipo con la tecnología) y perdí tiempo buscando el 2º control porque me confundí con el nombre del pueblo donde tenía que sellar, entre la Pobla de Claramunt y la Torre de Claramunt que era donde realmente había que poner el sello en el carnet de ruta.
Paré en la gasolinera y compré agua para rellenar la cambelbak y el bidón con dos pastillas de sales. El chico de la gasolinera me dice que llevo dos delante. Y los alcanzo en la bajada de un puertecillo de 4kms que hay tras la Torre de Claramunt. Saludos y despedida.
Por cierto, creo que uno de estos dos era un chico con el que coincidimos mi compi y yo en la Brevet de 300 de hace un mes.
Bien, vuelvo a estar primero y camino de Vilanova; pienso que ahí sería un buen sitio para sellar y parar a hacer un bocata (las barritas están mu güenas, pero los bocatas de tortilla más).
A la salida de Sant Sadurní ya vi que habría cambios en el panorama. El aire ya no era favorable y según lo que me quedaba de ruta eso me hacía pensar que iba a seguir así hasta el giro en Miami Platja. Así que toooooda la zona de la costa que se suponía llana y tranquila... Llana lo sería pero lo de tranquila, ¡al carajo!

Llegué a Vilanova, sellé en una gasolinera y busqué un bar para homenajearme un merecido bocata de tortilla. Cuando me sirvieron el bocata casi me echo a llorar. ¿Pero esto qué es? Era un bocata tamaño mini, así que decidí comérmelo de dos bocados y junto con una barrita más hacer camino hasta el siguiente control donde volvería a jalarme otro bocata.

Resignación.Toca ir haciendo y luchando contra la "brisa" (en aquel momento pensaba que aquello era viento, pero después de lo que me encontré más adelante... Aquello ahora solo puede llamarse brisa).
Hasta el control de La Secuita, pese a tener aire de cara pude ir haciendo kms. a un ritmo decente y desgastándome lo justo. De forma que llegué a las 14h a La Secuita con 225kms y unos 2000m+ acumulados. Mientras me comía el segundo bocata, llegó el grupo de 6 que remolqué hasta el primer control. De los 6 hay 4 que se quedan para comer algo y otros 2 deciden sellar y seguir. Así que apuro mi bocata de lomo con queso, sello en el supermercado, botella de agua para rellenar depósitos y al lío.

¡Y vaya lío!
Aquí empezó el festival de todos los huracanes. ¡Madre mía, qué forma de soplar! Desde la Secuita hasta Miami Platja todo fue viento de cara... Pero de cara de perros porque era totalmente frontal y mucho más fuerte que el que había tenido hasta entonces. Para hacerse una idea, en la recta de entrada a Reus había momentos que las rachas de viento me frenaban y si ya iba lento a unos 22km/h con las rachas de viento pasaba a ir a menos de 17km/h. Desesperante.
A la salida de Reus veo a lo lejos a los dos que no se pararon en la Secuita. ¡Perfecto! Necesito compañía para esconderme un poco del viento, así que a por ellos. Los alcanzo, los saludo, les pido 10 mins. de tregua detrás de ellos para resgaurdarme un poco del viento y recuperarme... Así que cuando recupero un poco yo también paso a tirar y vamos los tres haciendo camino como buenamente podemos por esta zona de viento (único momento de toda la ruta en la que he visto colaboración de todo un grupo). Por cierto, desde esta zona pude ver Port Aventura a lo lejos y recuerdo pensar en aquel momento que iba ciego total y estaba viendo visiones, pero al volcar el track en strava he visto que la ruta pasaba relativamente cerca de la zona de Salou y Vilaseca, asi que aquello pudo no ser una visión.

Llegamos a Miami Platja los tres y sellamos en un bar tras tomar un refresco. Aquí la ruta cambia un momento de rumbo y gira para arriba hacia el Priorat. Son las 4 de la tarde y nos quedan unos 140kms y unos 2200m+ para rematar la faena. Casi ná.
Bordeando un campo de Golf que había por la zona y que coincide con el giro en el rumbo de la marcha empiezo a notar que el aire ahora nos favorece, así que decido poner mi ritmo y veo que me marcho, pero la alegría dura poco y enseguida la ruta vuelve a girar para coger dirección definitiva hacia Porrera, con lo que el viento vuelve a dar de cara fuerte, carretera que pica bastante hacia arriba y las fuerzas más que justas.

Aquí empieza el catatonic cycling mode: el coco empieza a desmoronarse, fuerzas que se van en pensamientos negativos, los kms cada vez pesan más y son más largos, ya no voy bien, me empieza a costar respirar profundo y no quiero comer barritas ni geles porque llevo la tripa con sensaciones raras y solo de pensar en comer algo se me revuelve el estómago. Ya no quiero más dulce. Empiezo a valorar una parada técnica que no entraba en los planes. Así que iluminado por váyase usted a saber que ángel de la guarda decido parar en Desaigües (que conste que es una forma de hablar, porque lo que pude ver del pueblo en sí me pareció bonito - pero el único puto pueblo encima de una colina, así que entre la torrija que llevaba y que me casqué 1km de más con unas cuestas de cagarse, llegué a la plaza del pueblo buscando un bar donde descansar más quemao que la pipa de un indio). Entré en el bar y pedí un Magnum de almendras. Ni una embarazada con sus más extraños antojos hubiera comido algo peor para su estado... Pero hay que ver como es el cuerpo que a mi en aquel momento me pidió eso.
Aquí empiezo a darme cuenta de que monsieur masou (como gusta decir el amigo Perico Delgado) me ha dado de lleno y me acuerdo de un gran amigo que hace poco vivió algo muy similar o igual a esto y después de estar roto, tras descansar y comer algo se fue encontrando mejor, así que me tomo mi tiempo y descanso  un rato en la plaza del centro de Desaigües mientras saboreo mi helado.
Toca replantearse la estrategia. El pulso ya no subía como antes y apenas llegaba a las 140ppm. Ponerme a ese pulso era un suplicio porque respirar más hondo de lo normal me provocaba náuseas, así que decido que a partir de aquí de lo que se trata es de ir sumando kms. y el ritmo lo dejaremos para las noches de música y baile. Con mis nuevos planes y un helado en el estómago vuelvo a subirme sobre la bici rumbo a Porrera.

Nadie que no haya vivido una situación así, se puede llegar a imaginar en lo que piensa cada persona para motivarse a continuar con su marcha. El menda se puso a celebrar recorrer 100m. Sí, sí, cada 100 metros me felicitaba y motivaba dándome ánimos por haber conseguido avanzar 100m más-. Así que tuve 70 mini celebraciones que fue lo que duraron los 7kms de ascensión que hay desde Desaigües hasta Porrera.
Al llegar arriba de este puerto veo que todo pasa y me conciencio de que así voy a tener que hacer el resto de la ruta. Me mentalizo y me grabo en el coco que el plan será: acumular kms. en los descensos y pelear las subidas metro a metro.

En este tramo por la comarca del Priorat hay un punto de control en Escaladei, donde camino del bar para sellar me cruzo con uno de los dos compañeros que había dejado atrás después de Miami Platja y seguramente me habían adelantado tras mi parada del helado en Desaigües. Él ya está saliendo de ScalaDei. Lo saludo y me voy a buscar el bar donde sellar el carnet de ruta. Compro más agua para rellenar depósitos y conforme la sangre vuelve a llegarme al cerebro le pregunto al dueño si ha pasado más gente pidiéndole sellar igual que yo. Y él me indica que hace unos 30 minutos había pasado uno. Y hacía 5 minutos que había pasado el otro (el que yo me crucé).
Ya tengo otra motivación más para distraerme e ir haciendo kms. ¿Los pillaré?
Salgo de Escaladei y vuelvo a la película: Tonet, queda la subida a Prades que son unos 15kms de ascenso, y te tocará sufrir como un perro así que no te cebes en alcanzar a nadie que bastante tienes con llegar en el estado que te encuentras.
Así que sin más afán que el de continuar me sorprende que al rato a lo lejos veo la armilla reflectante del chico que me crucé en ScalaDei.
A la salida de Poboleda lo alcanzo. Un rato juntos y charlamos de lo fundidos que vamos los dos, de lo que nos queda por hacer y sobre todo de la subida a Prades. Llegamos juntos a Cornudella del Monsant y a la salida del pueblo cada uno a su ritmo veo que se descuelga, así que sigo hacia arriba y justo unos minutos después mi GPS empieza a pitar diciendo que tiene las baterías bajas.
¡Nos ha jodío! y, ¿cómo te crees que las tengo yo? Que te den por el USB.
100m + 100m + 100m ...
Paro a media subida a meterme un gel (parece que el estómago va poniéndose en su sitio) y me pongo el chaleco porque tenía frío subiendo. No conseguía generar calor, el pulso debía estar por los suelos ya. Sin GPS voy fijándome en los carteles y sobre todo en algún que otro cartel que va descontando los kms. para Prades 8, 6, 3...

Por fin!
Llego y veo que hay un bar abierto (son casi las las 21:15h  de la noche). La puerta está al lado de una tele de por lo menos 100" donde se juega la final de la Champions entre el Bayern y el Borussia y habrá como 30 personas dentro mirándola. Se abre la puerta y aparece un tío vestido de romano y con la linterna del casco encendida... Me descojono por dentro al ver las caras de los parroquianos y le pido al dueño que me ponga el sello en el carnet. Me dice que hace 5 minutos que acaba de pasar otro igual que yo y me pregunta si es una carrera o algo parecido. Le explico en qué consiste lo que estamos haciendo y le pregunto 2 cosas: como llegar a Montblanc (porque sin GPS no quiero cagarla ahora perdiéndome de noche) y si los 5 minutos de ventaja del otro son una forma de hablar o son exactamente 5 minutos (lo reconozco, aquí me salió la vena competi - pero duró poco, porque con el primer repecho volví al modo survival).  Me confirma que sí debían ser unos 5 minutos, así que me salgo fuera a ponerme las perneras y monto el foco en el manillar. De noche, con gafas de sol, todo lo que pueda alumbrar será bienvenido. Pero sin las gafas el aire me molesta, así que bienvenidas sean las gafas con sus cristales tintados.

Por cierto: no he sacado ni una triste foto, ¡vaya blogero estoy hecho!
Pero me quedo con 2 momentos de esta ruta. El amanecer encima de la bicicleta por una carretera desierta rodeada de campos verdes por la primavera y 2 el descenso desde Prades de noche con la única luz de mis focos (místico!!!).

Llego a l'Esplugua de Francolí y pregunto, me indican pero dudo en una rotonda, por lo que vuelvo al centro del pueblo y vuelvo a preguntar, menos mal porque en la rotonda la hubiera cagado. Llego a Montblanc y lo mismo, hay una rotonda que indica dirección Tárrega C-14 y creo que es por ahí, pero de noche y sin fuerzas, ¿a ver quién es el valiente? Total que tengo que entrar al pueblo y preguntar, porque tras mirar la hoja de ruta tampoco me aclara nada. Los paisanos del bar me lo explican de p...ta madre  y en la rotonda tengo que coger la dirección que yo pensaba, pero ahora sí, estando convencido de que es por ahí. Trato de recordar el perfil de lo que me queda. Me lo miré en casa el día de antes y recuerdo que una vez coronado Prades hasta el final es todo bajada excepto algunos repechos que los hago arrastrándome y un tramo de aproximadamente 3kms en subida antes de hacer los últimos kms. que ya sí eran todos en bajada, así que me voy mentalizando para la poca subida que me queda  y en Barberá de la Conca entro en el último tramo de subida. Empiezo a pensar en la llegada y en que ya casi lo tengo hecho. 2 o 3 kms. de subida después de salir del pueblo llego al desvío que pone Pla de Sta. Maria a la derecha. Subidón, piel de gallina y dentro de estar muerto totalmente, una sensación de lo más agradable. Tras el cruce quedan 100m más de subida y empieza la bajada, ya es todo bajada. Cruzo por el Pla de la Cabra y a la salida veo las luces del siguiente pueblo. ¡Ya está! Ese es mi destino y reconozco la carretera por donde subí esta mañana en dirección contraria.

¡Por fin! He llegado

Justo en la puerta del pabellón municipal me encuentro con el otro chico que ya se marcha. Nos saludamos y felicitamos por la ruta. Buen ambiente, da gusto hablar con alguien que ha sufrido como tú e intercambiar impresiones y experiencias. Hace rato que llegó y me pregunta qué me ha pasado porque creía que yo iba por delante, le cuento mis peripecias de los últimos kms. y nos despedimos tras volvernos a felicitar.
Entro en el pabellón y Assumpció (la mujer de Jordi el organizador de la brevet - al que felicito desde aquí por la organización) me dice que soy el segundo en llegar. Buff!!! Qué subidón!!!
Ella me presta su móvil porque también se me ha quedado sin batería y llamo a casa para avisar de que he llegado. Son las 23:15h.
Hablo un rato con Assumpció de como ha ido la ruta y de que la próxima la encarguen con menos viento, por favor.
Empiezo a tener algo de frío así que me piro a la ducha y me regalo un poco de tiempo bajo el agua caliente que me da algo de vida. No puedo decir que tras la ducha pudiera hacer más kms. pero sí que me sirve para cargar pilas porque todavía me queda 1h de coche hasta casa.

Reflexiones de coche de vuelta hacia casa:

  • Me sobraron los últimos 100kms. Ahora que lo he probado ya lo puedo decir. Mi distancia está en los 300 kms. No puedo negar que es una satisfacción muy grande haber podido completar los 400 pero la forma en la que me arrastré durante los 100 últimos no merece la pena. A menos que de saque me lo tome con más calma y ajuste algo el tema de la alimentación que tal vez sea lo que peor hice durante el recorrido.
  • Me quedo con la ruta en sí y todo lo que viví. Suena de un cursi que tira patrás pero es lo que hay. Supongo que todavía me dura el subidón y pienso, siento y digo cosas raras. Dejaremos reposar estas reflexiones aquí escritas y más adelante ya veremos si siguen siendo válidas.
Y si hay alguien que haya llegado leyendo hasta aquí enhorabuena para ti también porque leer esto, sin fotos debe ser casi tan duro como realizar la brevet.

domingo, 12 de mayo de 2013

La ruta de los desgraciados

No estoy descalificando a nadie, simplemente es el sentimiento que me ha quedado hoy después de hacer una ruta en la que he tragado viento de cara a la ida y lo he vuelto a tragar a la vuelta.

Aquí en el Baix Llobregat el tema meteorológico es de lo más curioso. Si subes hacia Martorell por la antigua N-II por la mañana temprano el aire sopla hacia el sur, con lo que te da en los morros a base de bien mientras subes. Y cuando ya vuelves medio fundido de hacer la ruta del día y haber recibido y repartido palos con los compañeros de fatigas, te las prometes felices porque piensas que ese aire se convertirá ahora en aliado... ¡¡Pues NO!!

Por arte de magia el viento a la tarde gira de sentido y sopla hacia el norte.

No entiendo .

Dejo unas fotiquis que ha sacado mi compi mientras comíamos algo y alguien hacía el payasete a la salida de
Rocafort.