Hay que caminar hacia la hora perfecta con la cabeza erguida y el ritmo justo que da el compás de los sueños.

martes, 3 de abril de 2012

KDD Montserrat "con la calma" - la ida y la vuelta

Querer informarse tanto no puede ser bueno. Y algunas mezclas tampoco. Me ha pasado lo mismo que con el alcohol de garrafón. Leer foros de internet y mezclar la ilusión provocan resaca al día siguiente.

El caso es que en el foro de www.ciclismoafondo.es se organizó una quedada de carretera (en internet todo se siglariza - de ahí el título KDD Montserrat) para este pasado sábado 31/03/2012.
Y uno que es un poco ingenuo (con las que ya me han caído y todavía sigo cayendo), se emocionó y se propuso ir.
Total, que había que estar en el parking de una de las sucursales de una famosa cadena de hamburgueserías que hay antes de llegar a Martorell a las 9h de la mañana. El lugar está en el siguiente enlace.
Yo pensé (aquí el verbo es obligado por gramática, pensar lo que se entiende por pensar... Poco o nada, se verá en lo que viene escrito a continuación) salgo de casa a las 8h y en menos de 1h me sobra para llegar allí. Y así lo hice, luché contra mi fisiología y madrugué (aunque reconozco que últimamente, cada vez me cuesta menos esto debe ser lo que en lenguaje médico se conoce como mala praxis); desayuné, me vestí de globero y a las 8 en punto salía del portal con mi flaquita. Hacía algo de fresco pero era soportable con la ropa que había escogido, además habían dicho que haría bueno, así que me las prometía felices. Pero mi felicidad desapareció tan pronto como enfilé la antigua N-II desde Sant Vicenç dels Horts hacia Martorell. Digo desapareció, pero también pudo ser que se la llevara el viento que daba de cara (nota mental: Eolo madruga más que el resto de mortales y le encanta martirizar a los globeros).

Y no solo a los globeros nos perjudica. Pongo aquí un vídeo para ilustrar que significa el viento para un ciclista.

En comparación al vídeo, lo que me pasó a mi el sábado era una brisilla sin importancia, pero cada cual en su orden de magnitud: recuerdo al personal que yo soy un globero!!

Pero no todo iba a ser derrota y mala suerte, afortunadamente en uno de los semáforos de los pueblos que crucé, una grupeta de 5 ciclistas me atrapó, y yo como buen globerillo me agarré a su rueda como una garrapata para que me ayudaran a llegar al punto de encuentro de forma más o menos digna. Esto hizo que pudiera llegar puntual, porque con el viento que hacía y solo me empecé a ver apuradillo.

De la KDD poco más que añadir (disfruté como un enano, sufrí como un condenado, conocí a muy buena gente y todavía disfruto recordando lo bien que me lo pasé).
Si queréis ver como fue la KDD podéis hacerlo aquí.

Propongo una reflexión: si el tramo que hay para ir de A a B en línea recta es de subida y con viento de cara. ¿Qué sucederá cuando toque ir de B hasta A por el mismo tramo?

Lo diré de otra forma para que no haya dudas. Se supone que si una persona hace un trayecto de ida con unas condiciones, a la vuelta, deshaciendo ese mismo trayecto, las condiciones deberían ser las inversas.
Si extrapolamos esto a mi trayecto del sábado explicado aquí arriba, se supone que la vuelta a casa debería haber sido un camino de rosas, ¿Verdad?

Pues no, Eolo además de madrugar más que nadie, también sabe por donde vas a volver a casa, y a mi el sábado me estaba esperando.

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