Hay que caminar hacia la hora perfecta con la cabeza erguida y el ritmo justo que da el compás de los sueños.

lunes, 15 de octubre de 2012

XVII Travessa SJD - Montserrat

Llevo 2 semanas sin pasar por aquí y sin contar nada... Bueno, voy a intentar poner esto al día con pocas palabras y algunas fotos que explicarán mejor que yo lo que ha ido pasando estos días en mis salidas.
El pasado 7/10/2012 se celebró la XVII edición de la "Travessa Sant Joan Despí - Montserrat". Marcha organizada por el CCSJD, mi club ciclista. Y allí que nos presentamos un servidor y mi compañero de fatigas, Javi. Es la primera marcha que hago acompañado, hasta la fecha todas a las que me había apuntado había ido en solitario y a mi bola.
No puedo decir qué es mejor, si solo o acompañado. Cada situación tiene sus puntos a favor y en contra, básicamente se trata de tener claro qué es lo que se pretende hacer en cada una de las situaciones.
El equipo: Javi en medio (dorsal 156) y a su derecha el que escribe (dorsal 155)

El único incidente que tuvimos (durante la marcha... Porque el tema del traslado de vuelta es para flipar, luego lo contaré) fue un pinchazo de Javi bajando hacia la Puda. Fue raro porque él decía que notaba que iba pinchado pero cuando se ponía en paralelo a mi para que yo pudiera mirar sus ruedas, no se apreciaba que ninguna fuera floja. Finalmente, en el avituallamiento previo a la subida final a Montserrat Javi comprobó que iba pinchado e hizo la reparación. No sin antes jurar en hebreo al intentar montar su cámara nueva de recambio y comprobar que ésta estaba rajada y no le iba a servir. Le presté la mía, y mientras él acababa de reparar el pinchazo insistiéndome en que me marchara, yo revolotee un poco picando, bebiendo y llevándole a Javi algunas viandas del avituallamiento. Cuando finalizó con la reparación decidimos que el tramo final lo haríamos cada uno a su ritmo.
Este tipo de situaciones son complejas por la cantidad de sentimientos/emociones que se concentran en los dos lados del equipo: el que ha pinchado tiene sentimiento de culpa por hacer perder tiempo al otro, el que no ha pinchado intenta ayudar aunque no sabe si es mejor o peor porque el otro está mosqueado y no sabe si ofrecer ayuda le molestará más, además está el tema de hacer un tiempo en la marcha (los globerillos siempre nos marcamos hacer una marca, sea digna o no: cada uno en su categoría). En fin, que me enrollo lo que quiero decir es que es complicado.
Afortunadamente entre Javi y yo creo que ya empezamos a entendernos y respetamos la decisión del otro sea la que sea. (Por si me lees, Javi - Esto no debemos perderlo... Estoy seguro que es de lo más bueno que estamos sacando de nuestras salidas).
Del tramo final de subida... Dos cosas a destacar, las buenas sensaciones que me dejó el adelantar a bastantes ciclistas subiendo y una pequeña tontería más: la subida final se hace en dos tramos separados por un pequeño descanso en forma de descenso asfaltado en medio de la ascensión. Pues bien, ahí aproveché para comer algo: abro uno de mis geles y antes de podérmelo llevar a la boca se me vacía toooooodo por encima.
Aquí todavía no me había rociado el gel

Manos totalmente pegajosas "¡Perfecto! Así no se me escapará el manillar" y las piernas con regueros de una masa tipo engrudo a base de tierra, sudor, barro y gel. Madre mía,  y yo que en la playa ya me agobio cuando los pies se me llenan de arena.
En fin, cogí otro y esta vez sí que lo hice bien. Así fue como llegué a meta para recoger el maillot conmemorativo y zamparme el bocata que entregaban a los que íbamos llegando.
De esta guisa llegué a meta: en las piernas y el culote se pueden ver los restos del incidente con el gel.
Y hasta aquí la marcha en sí, lo que pasó a continuación no tiene nombre, Javi y yo bajamos a la estación de Monistrol de Montserrat para coger el tren de vuelta, pero un revisor no nos dejó cogerlo (eran las 13:30h) porque los trenes previstos para los participantes de la marcha eran los que pasaban a partir de las 15:10h.
Grandes momentos de la vida. Estos incidentes son los que hacen que te plantees si existe vida inteligente en otros planetas... Porque está claro que en este se está agotando si es que alguna vez existió.
El tío (adoctrinado por su jefe según nos contó él) prefería amontonar a la gente en la estación hasta las 15h, en lugar de irnos dejando subir en los trenes de forma escalonada. En aquel momento en la estación eramos 5 ciclistas.
Total que Javi y yo decidimos ir en bici a la siguiente estación: Olesa de Montserrat. Total si habíamos hecho ya unos 80km, ¿por qué no hacer otros 15 hasta Olesa?
Llegamos a lo justo para ver como el tren cerraba las puertas en nuestros morros y se marchaba sin nosotros. Alguien en el cielo se lo estaba pasando en grande a nuestra costa. Cagüen!!
Al final, al rato de estar esperando en la estación Javi decidió tirar de familia para que nos rescataran de allí y nos repatriaran a nuestros respectivos dominios.
Gracias a su mujer y a su suegro que vinieron a recogernos en coche puedo escribir esto... Porque tal y como pintaba la cosa... Igual todavía estábamos dando vueltas intentando subirnos a algún tren de vuelta.

Pongo unas fotos más tomadas durante la marcha.





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