Hay que caminar hacia la hora perfecta con la cabeza erguida y el ritmo justo que da el compás de los sueños.

lunes, 15 de abril de 2013

Preparando los 300

Podría ser una referencia a la peli que se rodó sobre la batalla de las Termópilas...


Pero yo no tengo la tableta de chocolate que tiene el colega de la foto  y, ¿qué decir del escudo? ¡Buf! Lo que tiene que pesar eso a la hora de subir cualquier repecho... ¡Por Dios!

Así que viniendo de un globero como yo, el título hace referencia a una cantidad de kilómetros. Concretamente a los que tengo pensados hacer este próximo sábado.
No sé como hace tiempo me entró en mi cabezota la posibilidad de hacer una brevet (para los no duchos en el tema, pinchar sobre la palabra brevet y veréis a qué me refiero) y finalmente, este próximo sábado, si todo va bien, podré hablar de ellas con conocimiento de causa. Y si ya la acabo será la repera.

El fin de semana se presentaba bien: buena previsión meteorológica y las obligaciones diarias dejando suficiente tiempo para completar las últimas pruebas de cara a ver como responderá el cuerpo ante semejante alubión de kilómetros. Así fue como mi compi de fatigas y yo nos propusimos  salir temprano el sábado y darle a los pedales hasta la hora de comer. En total nos salieron 185kms y 2000m+
No está mal aunque la intención inicial era pasar de 200 por aquello de poder poner una mística cifra con un 2 delante. Otra vez será.

Y el domingo... El domingo parecía un día idílico para ir en bici. Además el plan era rodar 2h y pico suavecito para estirar y soltar patas después del castigo del día anterior. Valgan estas fotos como muestra de  lo que se prometía como un feliz paseo por el "Parc Agrari del Llobregat"...









 Pero la alegría dura poco en la casa del pobre y a punto de finalizar la ruta empecé a notar como si llevara amortiguador en la rueda trasera. ¡No podía ser! Había vuelto a pinchar. Llevo una racha... Últimamente no gano para cámaras.







Pero lo peor fue que, una vez más, pellizqué mi cámara de repuesto y también la que me ofreció Javi. Así que en menos de 20 minutos había acabado con todo lo que nos podía servir para reparar la rueda trasera de mi bici y volver a casa. Y a la vez, lo que se  prometía como un agradable paseo rodeado de frondosos huertos se convirtió en un mosqueo de tres pares de...

Suerte que estábamos relativamente cerca de Viladecans y que mi compi es un tío de recursos. Se acercó hasta su casa y volvió con un taller móvil al rescate.
Madre mía, da gusto hinchar un pinchazo con una bomba de taller.

Y esto ha sido lo que ha dado de sí el fin de semana.
La semana que viene espero poder contar como ha ido la brevet y si se pudo terminar.


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